AMBA, camino a una red de Salud integral

Fundación Metropolitana 3 junio, 2018 | Columna de Pedro Del Piero para Infobae

POR PEDRO DEL PIERO, PRESIDENTE FUNDACION METROPOLITANA 

La mitad de los 16 millones de habitantes de Gran Buenos Aires -CABA y 40 municipios lindantes- carece de obra social o de prepaga para atender su salud. Deben ser asistidos por la salud pública. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza el derecho a la salud integral.

El acto médico, articulado en especialidades, le pone dinámica a un sistema que debería ser integral e integrado cuidando la salud y paliando la enfermedad. Este sistema reconoce tres niveles de abordaje: la atención primaria, la complejidad intermedia y la alta complejidad. Cuenta con estudios y laboratorios para diagnosticar, y con herramientas tecnológicas de intervención y medicamentos para curar. Diagnóstico y tratamiento conforman un camino crítico hacia el bienestar de la población que debe ser recorrido en un ambiente de alta y precisa organización.

Días pasados, provincia, Ciudad y nación presentaron en sociedad la Red Pública de Salud del AMBA con el objetivo central de fortalecer la atención primara con acceso universal, equitativo y oportuno, mejorando la respuesta en todos los niveles de salud integradamente y en redes. Todos los vecinos del área metropolitana deberán tener un centro de salud a no más de 15 minutos de su casa, dijo la gobernadora María Eugenia Vidal, lo que hoy ya sucede en la CABA.

El desafío de lograr un sistema integrado que satisfaga la demanda desde una oferta organizada de servicios implica ejecutar un eficaz modelo de gestión y atención, y para ello se hace imprescindible abordar recursos humanos y sistemas informáticos.

“Las salitas”, en provincia los Centros de Atención Primarios de la Salud (CAPS) y en CABA los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CESAC), son el punto de partida de dicho sistema y conforman mucho más que una referencia para la atención médica. Deben ser centros comunitarios integradores de múltiples acciones convergentes a la calidad de vida de los vecinos.

Por eso es que al 80% de los requerimientos de salud que se resuelven en la atención primaria, se deben sumar la prevención epidemiológica, la alimentación y la cobertura materno-infantil, así como los abordajes comunitarios con una implantación local virtuosa que dé cuenta de los condicionantes sociales de la salud.

De este modo, en el sistema puesto en marcha, los equipos de salud asumirán una responsabilidad territorial concreta, teniendo a su cargo grupos definidos de familias para la prevención, la atención y la resolución de los problemas sanitarios de la comunidad. Cada centro contará con la dotación de personal óptima conforme a la cantidad de población a su cargo y en cuya articulación tendrá un papel preponderante el municipio.

Una eficaz sistematización de procesos, con adecuada programación de turnos y derivaciones, es sostén imprescindible del sistema de atención que debe contar con sistemas informáticos suficientes cuya piedra angular es la historia clínica digital de cada vecino. También está en marcha y se la proyecta como insumo central del padrón sanitario de la región.

Celebramos, además, que todo este diseño de sólida racionalidad haya tenido en cuenta experiencias de otros países, como Brasil y España, pero para ajustar determinados componentes e integrándolos a nuestra propia realidad, sin copiar mecánicamente. Se están adoptando criterios de posibilidad, inmediatez y conveniencia con los recursos disponibles y con la firme decisión de conducir con coherencia el área de la salud pública del AMBA.

Queda por señalar que la asignatura pendiente en infraestructura y equipamiento es importante. Solo en la provincia de Buenos Aires se prevé, en una primera etapa, una inversión de 830 millones de pesos en 363 CAPS, localizados en 24 municipios.

La Fundación Metropolitana recibe con beneplácito todas estas decisiones, sabiendo que, si bien es largo el camino para completar un sistema metropolitano de salud pública que cubra satisfactoriamente las necesidades de la región, se está en muy buen camino, porque el abordaje estructural adoptado permitirá a la cooperación de municipios, provincia y nación un aprovechamiento mucho más eficaz de los recursos del sector. Se podrá así conseguir el propósito tantas veces escuchado de que en la salud hay recursos suficientes pero con necesidad de ser mejor aplicados.

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La Nación | Fabiola Czubaj | 22 de mayo de 2018

Fortalecerán las prestaciones básicas de salud en 24 municipios

Lo prometió la gobernadora Vidal para 2020; pondrán a punto 309 centros de atención primaria y construirán otros 54; reorganizarán los equipos médicos

Con la puesta a punto de 309 centros de atención primaria de la salud (CAPS) en el conurbano y la construcción de otros 54, las autoridades bonaerenses prevén que en los próximos dos años garantizarán el acceso a prestaciones esenciales a por lo menos 2.000.000 de vecinos de 24 municipios.

En esta Red Pública de Salud del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que incluirá esos 363 centros para 2020 también participan los 45 centros de salud y atención comunitaria (Cesac) porteños.

"La idea es que la población pueda resolver cerca de su casa la mayoría de los problemas de salud sin tener que ir a las guardias de los hospitales, lo que muchas veces demanda tiempo de viaje y espera. El primer nivel de atención puede dar respuesta al 85% de las consultas con los recursos y la infraestructura adecuados, mientras que el 15% restante demanda una mayor complejidad disponible en los hospitales", indicó la gobernadora María Eugenia Vidal.

En los últimos dos años, un equipo de 120 técnicos del Ministerio de Salud bonaerense relevó ese primer nivel de atención -los CAPS- de los 40 municipios del conurbano. Determinó el estado de situación de cada uno y estimó el alcance efectivo de los servicios a la población del área de influencia para cruzarlo con otras variables y una proyección poblacional a 2017, teniendo en cuenta el nivel de vulnerabilidad de los barrios.

"Solo el 37% de los CAPS se encuentran en buen estado edilicio" y "en la mayoría de los casos, el equipo médico es insuficiente", indican los resultados a los que accedió LA NACION.

Los centros de apenas dos municipios, San Isidro y San Fernando, cuentan con la historia clínica electrónica y un sistema de turnos online. Pero la mitad de los CAPS relevados no tienen servicio de Internet, solo un 10% cuentan con las computadoras adecuadas y el 60% necesitan una mayor infraestructura de tecnología.

El ministro de Salud provincial, Andrés Scarsi, señaló que también habrá que mejorar la organización de los profesionales y equiparar los salarios.

"Es una reforma compleja -sostuvo el funcionario-. Es modificar un sistema que funciona a partir de la oferta de los servicios. Hay que ordenar la demanda de la población para mejorar esa oferta y la accesibilidad de acuerdo con las necesidades locales y la proximidad".

La primera etapa de instrumentación de la red incluye la puesta a punto de los 363 CAPS de 24 municipios para diciembre de 2020, con dos subetapas que se fijaron para agosto y diciembre de 2019 y por grupos de municipios.

Presupuesto
El presupuesto previsto para este año es de $830 millones, que comparten los gobiernos provincial, porteño y nacional. La Provincia asistirá a los municipios adherentes con presencia técnica durante dos años y asistencia económica durante cinco años. Luego, el sistema debería seguir funcionando sin respaldo externo ya en los 40 municipios del conurbano.

La adhesión de los municipios con sus CAPS a la Red Pública de Salud AMBA que propone la Provincia es voluntaria. Cuando aceptan, explicó Vidal, se comprometen a respetar una serie de estándares de gestión y calidad incluidos en dos manuales que redactó el equipo técnico. Incluyen desde el horario de trabajo hasta las especialidades de los equipos de salud de cada CAPS, según precisó Fernán Quirós, coordinador general de la red.

Cada CAPS puede incluir seis consultorios con tres equipos profesionales para atender a unas 10.500 personas u 11 consultorios con seis equipos para asistir a unas 21.000 personas.

La dotación mínima por CAPS serán tres médicos clínicos o generalistas, tres pediatras, tres enfermeros y tres promotores de la salud.

Cada equipo tendrá a cargo 700 familias. Cuando sea necesaria una atención de mayor complejidad, hará la derivación al hospital. También funcionarán equipos ampliados, integrados por especialistas en tocoginecología, obstetricia, odontología, nutrición, psicología, fonoaudiología y trabajo social.